Es interesante saber cómo las nuevas tecnologías pueden
ayudarnos en la educación de los niños, especialmente en aquéllos con
dificultades específicas, como es el caso de los niños con Trastorno por
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Las ventajas que las nuevas tecnologías proporcionan a los
educadores son innegables, pues facilitan su labor enormemente. A los alumnos
les resulta mucho más entretenido, por ejemplo, estudiar las capitales de
Europa o los ríos españoles con un ejercicio interactivo en el ordenador que
evalúa sus respuestas que aprendiéndose las de memoria sobre un mapa mudo. Esto
hace que el aprendizaje sea más eficiente, es decir, que aprendan mejor y en
menos tiempo.
La realidad actual hace exigencias a la educación diferentes a las de unas décadas atrás. Las instituciones educativas deben preparar a los estudiantes para que sepan resolver problemas, tengan un pensamiento crítico y sepan indagar, buscar y seleccionar lo relevante entre la explosión de información abundante y desordenada que presenta la vida real y los medios de comunicación; las nuevas generaciones deben saber trabajar en equipo, tomar decisiones, ser creativos y colaborativos; saber adaptar y construir nuevo conocimiento constantemente, ser flexibles y con apertura mental; saber vivir y trabajar aplicando lo que saben en un contexto cultural específico pero comprendiéndose en un marco global; y deben tener la capacidad de seguir aprendiendo e incrementando sus habilidades autónoma mente.
Los pequeños tienen acceso a nuevas aventuras a medida que
demuestran sus aptitudes. “Se recogerán estos datos de progresión y enviarán a
los padres, para que puedan seguir el desarrollo de sus hijos”, indica Moraga.
Las TICS llegan a, prácticamente, todos los ámbitos de nuestras vidas, y también se han introducido en casi todos los campos científicos. En concreto, en psicología las nuevas tecnologías se han aplicado en el ámbito experimental, educativo, social, psicométrico, etc. Centrándonos en la psicología clínica, las Tic están teniendo una aceptación cada vez mayor debido al enorme potencial que ofrecen.
Aún así, la supervisión y guía por parte del educador es imprescindible. La educación tiene cuando menos dos funciones secundarias: la integración socio cultural y el enriquecimiento personal. Aunque actualmente la televisión es un fuerte competidor del sistema educativo ha sido el vehículo principal de la integración sociocultural. La educación formal constituye un medio de trasformar una educación compuesta por muchos grupo sétnicos y diferentes marcos.